Hay momentos en redes sociales en los que, de repente, todo se dispara: los videos explotan, los seguidores llegan en masa, y cada publicación parece encender fuego. A eso lo llamo un sweet algorítmico.
¿Qué es un sweet algorítmico?
Es cuando el algoritmo de una plataforma detecta que tu contenido tiene alta retención y genera interacción masiva (comentarios, compartidos, reacciones). En ese momento te premia empujándote en la sección de Explorar, Para ti o Recomendados, multiplicando tu alcance.
No es suerte, es una especie de “luz verde” que el sistema te da porque comprobó que tu material mantiene a la gente enganchada más que el promedio.
La metáfora de la locomotora
Un sweet algorítmico es como una locomotora a toda marcha. El algoritmo te sube a bordo y empieza a acelerar, empujando cada nuevo video más lejos.
Pero esa locomotora pide carbón todos los días:
- Si seguís publicando, seguís alimentando la máquina.
- Si te detenés, la locomotora pierde velocidad y podés bajarte sin querer de ese tren.

Mi semana en el sweet algorítmico
Hasta hace poco, mi cuenta de Instagram estaba casi dormida, con apenas 1.500 seguidores.
En una semana, gracias a La Aventura de las Marcas:
- Pasé a 15.500 seguidores en Instagram.
- El video de La Negrita de Blancaflor está a punto de alcanzar el millón de visualizaciones.
- En TikTok, el capítulo del Capitán del Espacio ya supera las 800.000 vistas y va camino al millón.
- Otros capítulos como Cocinero, La Morocha, La Tranquera o Dani superaron las decenas y cientos de miles de views, con miles de comentarios, compartidos y reacciones.
Lo que antes eran 2.000 o 3.000 views por video ahora son cientos de miles.
La estrategia: mostrar músculo
Cuando estás en este estado de gracia algorítmica, la prioridad no es monetizar ya mismo, sino hacer crecer la cuenta al máximo mientras la luz está sobre vos.
Es el momento de:
- Publicar con constancia (todos los días).
- Mantener el formato que funciona (sátira, nostalgia, idiosincrasia argentina).
- Generar conversación en comentarios.
Después, con los números en la mesa (seguidores y visualizaciones), llega la hora de monetizar mostrando músculo:
- Colaboraciones con marcas.
- Convocar sponsors.
- Abrir canales de monetización directa (YouTube, Patreon, membresías).
👉 Un sweet algorítmico no dura para siempre, pero si sabés aprovecharlo, te deja en otro nivel.
Hoy la locomotora está encendida, y mientras siga pidiendo carbón, mi tarea es seguir echando brazadas de contenido cada día.